martes, 5 de enero de 2021

 Hola, Ma!

Teníamos un trato, que rompiste. Reconozco, que no era muy justo porque solo consideraba, que yo sería beneficiada con él, pero era un trato y no lo cumpliste.

La mayor parte de mi vida creí, que papá era una persona complicada, vos eras la única que lo podía hacer poner de pie a pesar de sí mismo y te pedí, que no te fueras antes que él. En realidad era una prohibición de mi parte que, como tantas veces hiciste, ignoraste.

Y un día te fuiste y nos dejaste el paquetito sin instrucciones, sin consejos. Tuvimos, que aprender solos y no fue fácil, quizás los chicos estaban preparados para lo que se venía, pero yo no. Por eso quise hacer ese trato.

Tu hijo favorito se encargó de los días de transición, dejó todo ordenadito, armó su valija y cruzó el charco.

Tu hijo jubilación se encargó de la organización financiera y alimenticia, con visitas rápidas, dejaba todo acomodado y se iba.

Y yo no sabía qué hacer, cómo hacer, cuándo hacer…

Entonces fui un domingo a almorzar, vos sabés que papá era un hombre de rutinas, así que un domingo fueron todos… A veces me decía, que si tenía algo que hacer, no me preocupara por él, al día siguiente me llamaba por teléfono y me preguntaba, qué almorzaríamos el domingo. Sí, esa pregunta comenzaba el lunes y se repetía a diario, hasta que decidíamos juntos cuál sería el menú.

Los primeros almuerzos dominicales fueron incómodos, sin vos no teníamos de qué hablar.

Al pasar las semanas, comenzamos a conocernos. Bueno, vos sabés que en realidad solo aprendí a conocerlo, yo debo ser la misma incógnita para él, que fui por más de 50 años. Con o sin vos, él seguía siendo el centro del mundo y nosotros solo satélites a su alrededor.

Un día, obviamente domingo, lo vi extrañarte como yo te extrañaba. Ese día me di cuenta, que ese hombre te amaba, así tan loca como eras, él te amaba a su manera, de la única manera que sabía. Y además te necesitaba más de lo que vos nunca lo necesitaste. Esto es una apreciación injusta, lo sé… Pero si lo pensás sin enojarte, vas a darte cuenta que siempre lo tuviste, mal o bien siempre estuvo y la que, en ese momento, no estabas eras vos.

Lo conocí, Ma!!! Y eso no hubiese pasado si vos cumplías ese contrato que, a pesar de mi insistencia, nunca firmaste.

Y me gustó escucharlo, incluso esas historias, que había escuchado muchas veces desde otro lugar.

Gracias Ma!!! Estuvo bueno conocer a mi papá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Hola, Ma!!! Anoche no dormí y fue por tu culpa, o quizás por la mía, así que decidí que lo averiguaríamos juntas. Recordé cada una de ...