domingo, 17 de octubre de 2021

 

Hola, Ma!

El Día de la Madre, otro día en el que festejar haber tenido el honor de ser tu hija, se hace difícil.

Me preparé canelones saludables.  No sé si lo notaste, pero ese tema, que te preocupaba tanto, mi exceso de peso, ya casi está controlado.

Recuerdo esas comparaciones odiosas, que hacías y me enojaban tanto. Todavía escucho tu preocupación disfrazada de reproches y sigo sin verme tan gorda como… ¿importa quién? Vos y yo sabíamos, que no era para tanto, pero que iba por ese camino.

Bueno, aprendí a cocinar saludable, a alimentarme sabiamente. Sé, que dónde estés debes estar sonriendo, porque te conozco lo suficiente para saber, que crees, que lograste tu objetivo. Tarde, pero seguro.

Este “día de la madre” quería canelones, no utilicé harina, ni seso ni salsa blanca. Todo era muy light pero con ese sabor a los tuyos, a los que me hacías, porque sabías, que me encantaban.

 Ya van cuatro días como hoy, días en los que no tengo a mi mamá para apretujarla más que en sueños… Pero al menos tengo eso.

Tu nieta menor no sueña con vos y eso le duele, te extraña de diferentes formas así que es hora de que te des una vuelta por sus sueños también. Acepto el sacrificio de, que no pases por los míos alguna vez y te sientes a charlar con ella un ratito, ¿dale?

domingo, 3 de octubre de 2021

 

Hola, Ma!

Llegó el último cumpleaños de 15 y su festejo tan esperado… Y vos no estabas.

Te perdiste los preparativos, la ansiedad, el año de “cuarEterna”,  que nos dejó sin festejos. No estuviste disponible para controlar el descontrol emocional, que daba vueltas en el ambiente.

Nos hiciste falta, como siempre.

Tu nieta menor lo esperó con ansias y lo disfrutó hasta el último segundo. Fue feliz y eso es lo que nos importaba y nos llenaba de felicidad a nosotros también. A tal punto, que se notaba tu sonrisa a su paso, ¡sabelo!

Tu nieta mayor estuvo en todos los detalles, sigue siendo ultra organizadora, nuestra amada escorpiana, tan adulta como para calmar a su mamá, cuidar a su papá y hasta bailar el vals con su hermanita.  Estarías tan orgullosa de ella.

Tus hijos te extrañaron, en algún momento lagrimearon o reaccionaron como pudieron a tu ausencia y la de papá, pero estuvieron presentes en cada foto, cada video, cada saludo, en cada uno de nosotros en realidad.

Y por esas cosas extrañas de la vida, te abrazamos entre los brazos de una de las personas, que sabemos más amaste de tu familia, en esa hermana/sobrina/compañera de andanzas de tu juventud, que nos acompañó desde que volviste a enfermar, nos abrazó cuándo nos dejaste físicamente y nos apoyó cuándo enfermó papá. Cada día sentimos, que nos dejaste en sus manos de madraza, que conoce nuestras historias a través de tus palabras y que quizás, no conocíamos mientras estabas en este plano.

No fue fácil, no fue perfecto… Fue lo que tenía que ser.

Terminó la fiesta color lavanda dónde comenzó, en tu living comedor. Entre tus cosas y las de papá. Quizás, solo porque necesitábamos sentirte más cerca, no sé. Era lo que tenía que pasar.

 

viernes, 23 de julio de 2021

 

Hola, Ma!!!

Todavía sigo hablando con vos en la calle, se me complica un poquito cuando estoy manejando,  porque me distraes, me haces lagrimear y la conversación queda trunca cuando se me acaban tus respuestas o algún automovilista cercano hace una maniobra, que requiere toda mi atención.

Hoy fui al Hospital Tornú, no sé si te acordás pero te estaba contando, mientras desayunaba, que hace años comparto mi sangre; desde aquel día milagroso, que mi anemia crónica comenzó su remisión y dejó su cronicidad para convertirse en un recuerdo.

Frente a un té, un paquete de galletitas de agua y una mermelada, saqué de mi bolsillo mi banana y mi barrita proteica. Es un hospital público y su desayuno es muy distante al del Hospital Italiano, al del Churruca o incluso al del Británico, tampoco se parece a cualquiera de esos bancos de sangre, que he visitado alguna vez.

Pero ese detalle, tan superfluo, no es lo que te quería contar.  Es la primera vez, en mucho tiempo,  que la extracción de sangre fue limpia, brillante y rápida. La  extraccionista estaba en una posición incómoda, pero encontró mi vena escurridiza en un primer intento y a distancia, realmente me sorprendió. Una hora y media después te puedo asegurar, que no queda el moretón habitual, apenas se ve ese punto rojo por donde ingresó esa aguja tipo vampiro. IMPRESIONANTE!! Tal vez otra persona, que conozco tan buena en esto es tu ahijado, él hace extracciones tan limpitas, que ni siquiera recordamos el pinchazo.

Obviamente nadie puede competir con tu ahijadito, ni siquiera él mismo. Él es el compañero de andanzas, que nosotros no fuimos, quién podía pasar horas frente a las máquinas del Hipódromo con vos, asegurándose, además, que comieras algo durante esas horas de casino infernal.

¡La pucha, que nos educaste bien! Tus hijos no tenemos tus vicios,  tenemos los de papá… En algo tenías que fallar, ¿no?

  Hola, Ma!!! Anoche no dormí y fue por tu culpa, o quizás por la mía, así que decidí que lo averiguaríamos juntas. Recordé cada una de ...