Hola, Ma!
El Día de la Madre, otro día en el que festejar haber tenido el honor de ser tu hija, se hace difícil.
Me preparé canelones saludables. No sé si lo notaste, pero ese tema, que te preocupaba tanto, mi exceso de peso, ya casi está controlado.
Recuerdo esas comparaciones odiosas, que hacías y me enojaban tanto. Todavía escucho tu preocupación disfrazada de reproches y sigo sin verme tan gorda como… ¿importa quién? Vos y yo sabíamos, que no era para tanto, pero que iba por ese camino.
Bueno, aprendí a cocinar saludable, a alimentarme sabiamente. Sé, que dónde estés debes estar sonriendo, porque te conozco lo suficiente para saber, que crees, que lograste tu objetivo. Tarde, pero seguro.
Este “día de la madre” quería canelones, no utilicé harina, ni seso ni salsa blanca. Todo era muy light pero con ese sabor a los tuyos, a los que me hacías, porque sabías, que me encantaban.
Ya van cuatro días como hoy, días en los que no tengo a mi mamá para apretujarla más que en sueños… Pero al menos tengo eso.
Tu nieta menor no sueña con vos y eso le duele, te extraña de diferentes formas así que es hora de que te des una vuelta por sus sueños también. Acepto el sacrificio de, que no pases por los míos alguna vez y te sientes a charlar con ella un ratito, ¿dale?